En los últimos veinte años, el movimiento de derechos animales ha dado a conocer muchas cuestiones respecto a los animales.
Durante este tiempo, desafortunadamente, el consumo de carne per-capita ha aumentado, y el número de animales muertos anualmente
en los Estados Unidos ha crecido en cientos de millones.
Puede ser posible ayudar a un pequeño número de animales acabando con formas de crueldad evidentes y socialmente inaceptables.
Pero la verdadera liberación animal sólo puede ser posible si cambiamos los patrones de pensamiento profundamente enraizados
con respecto a los animales; en concreto, que los animales existen para ser usados por los humanos.
Hechos fundamentales
- El número de animales matados al año para pieles en EEUU es aproximadamente igual a la población humana
de Illinois (Nota del traductor: 12 millones aprox.).
- El número de animales matados al año en experimentación en EEUU es aproximadamente igual a la población
humana de Texas (Nota del traductor: 21 millones aprox.).
- El número de mamíferos y aves criados y matados cada año en EEUU es aproximadamente igual a cinco
tercios de la población humana de la Tierra. (Nota del traductor: población mundial = seis mil millones aprox.)
De los animales matados cada año en EEUU, alrededor del 99% mueren para ser comidos. Cada uno elige
de manera directa el destino de esos animales cuando decide qué comer cada día.
Dado que la mayoría de la gente come animales, permanece la visión común de que los animales son instrumentos
o mercancías. Existen millones de síntomas de esa miopía frente a abusos claramente visibles que siempre llaman nuestra atención:
caza en recintos cerrados, circos, peleas de gallos, pieles, carreras de caballos, etc. Muchos activistas “se queman”
debido al torrente interminable de estas “batallas” y a la dificultad para ganar incluso la “victoria”
más pequeña.
Este ciclo continuará hasta que exista un cambio fundamental en la sociedad. La única vía para hacer
esto posible es convencer a las personas de que paren de comer animales.
Cuestionar la "autoridad"
Esperamos que el publico en general se cuestione todo lo que se da por sentado y lo que siempre se
ha dicho sobre alimentación, tradiciones, salud, etc. Dada la enormidad de la tarea actual, el aumento en el número de los
animales matados cada año, y la relativa escasez de nuestros recursos, creo que también nosotros debemos cuestionar constantemente
todo lo que asumimos y lo que siempre se nos ha dicho sobre nuestro activismo y nuestro veganismo. Mis asunciones y ego han
dañado la eficacia de mi defensa a los animales en el pasado. Ofrezco estas lecciones aprendidas solamente como consideraciones
para mejorar la defensa, no con ánimo de discutir o juzgar.
Soñar con el éxito
Un entrenador de baloncesto me dijo una vez: "La práctica no hace la perfección. Un planteamiento pobre
y una práctica deficiente, sin importar cuanto te esfuerces, tiende sólo a reforzar malos hábitos y en definitiva te hace
un mal jugador. Sólo una práctica perfecta hace la perfección."
Lo mismo se puede decir del activismo. No importa lo indignados que estemos, lo mucho que creamos en
algo, lo duro que trabajemos, o cuanto suframos, nuestras actividades pueden ser inútiles o incluso contraproducentes. Debemos
esforzarnos siempre en pensar claramente, conseguir buen asesoramiento, estar dispuestos a admitir nuestros errores, y cambiar
de rumbo en medio del camino si es necesario (por mucho daño que cause a nuestro ego). Si nuestros esfuerzos no son parte
de un plan bien definido y pensado, seremos incapaces de proseguir.
Idea principal
Durante el tiempo que el movimiento de derechos animales ha sido visible en EEUU (desde aproximadamente
1980), los activistas por los derechos animales han parado algunos abusos, han recibido la atención de los medios de comunicación,
y se han convertido en uno de los pilares de la cultura pop. Sin embargo, después de dos décadas, con cientos de millones
de dólares gastados y un número similar de horas de trabajo dedicado, este año en EEUU casi el doble de animales serán matados
que en 1980.
En EEUU, dada la cantidad de animales no humanos que están sufriendo, la intensidad de su sufrimiento,
y el hecho de que se les provoca el sufrimiento intencionadamente, creo que la liberación animal es el imperativo moral de
nuestro tiempo. Deberíamos centrar nuestra atención en acabar con este sufrimiento de la manera más eficiente y rápida posible.
Creo que tenemos la obligación moral de reconocer y dejar de lado todo nuestro bagaje personal y realizar
un análisis objetivo tanto de los pros y contras como de los costes y beneficios asociados al enfoque que elegimos, las tácticas
que escogemos, y el ejemplo que decidimos mostrar al publico.
Punto de enfoque: recursos limitados
Junto con la cólera, el sentimiento de culpa es una gran motivación entre los activistas. Si sabemos
de un caso muy visible de explotación animal, sentimos que debemos ponernos en acción en contra del mismo.
Sin embargo, por mucho que no queramos admitirlo, no podemos hacerlo todo: cuando elegimos perseguir
una cosa, estamos eligiendo no perseguir otras.
En comparación con el publico como un todo y con las empresas que explotan animales, los activistas
por los derechos animales tenemos los recursos extremadamente limitados: dinero, tiempo, y energía emocional. En vez de reaccionar
a cualesquiera abusos visibles o seguir la guía de otros activistas, nuestra primera prioridad debería ser utilizar nuestros
limitados recursos para maximizar los resultados.
Hay una gran cantidad de personas por ahí abiertas a nuestros esfuerzos, mientras que aquellas que
se benefician de la empresas que explotan animales no lo están. ¿No deberíamos rendirnos a la fuerza de los números concentrando
primero la mayor parte de nuestras energías en convencer a aquellas personas que están dispuestas a escuchar nuestro mensaje?
Dinero, corto plazo y victorias
Algunos argumentan que pequeños casos de explotación animal con gran cobertura mediática ofrecen un
gancho que permite a las organizaciones recaudar dinero y conseguir nuevos miembros. Otros sostienen que las victorias pueden
fortalecer a los activistas que de otro modo quedarían exhaustos en acciones sin resultados palpables. Aunque estas consideraciones
son validas, estos elementos positivos deben ser sopesados en comparación con otros factores.
El tiro a la paloma de Hegins
Un ejemplo de las prioridades de nuestro movimiento es el tiro a la paloma de Hegins (Pensilvania,
EEUU) – uno de los principales logros de los años 90. Sumas inmensas de dinero y esfuerzo humano fueron destinadas a
esta campaña. Acabar con el tiro a la paloma de Hegins ha salvado aproximadamente a 5000 animales cada año –el número
de animales que mueren en los mataderos de EEUU cada 16 segundos.
En el futuro, necesitamos decidir si servimos mejor a los animales con esta clase de asignación de
recursos. Si escogemos no decidir, estaremos tomando también una elección.
Tácticas
Dada la amplitud de los abusos a animales y la variedad de situaciones en las que los activistas se
encuentran, creo que no es posible hacer la declaración general de que determinada táctica es incuestionablemente positiva
o siempre perjudicial. Por ejemplo, cierto tipo de manifestación, cuando se realiza en una situación relevante y con un mensaje
respetuoso y claro, puede levantar la conciencia pública, recibir la justa cobertura de los medios, y animar a algunos activistas.
El mismo tipo de manifestación, realizada bajo circunstancias diferentes y con un mensaje escandaloso a base de consignas,
gritos y/o montajes, puede servir para dañar el avance de la liberación animal alejando al público y frustrando a activistas
reflexivos.
De la misma manera en que debemos decidir hacia donde enfocar nuestros limitados recursos, las decisiones
sobre las tácticas se deben tomar en el contexto más amplio de nuestros objetivos. ¿Por qué estamos haciendo esto (por ejemplo,
es debido a la cólera y el sentimiento de culpa, o porque es un paso estratégico que sirve a nuestro objetivo último)? ¿Cuál
es el resultado más probable? ¿Qué efecto tiene en el público? ¿En otros activistas? ¿Qué otras actividades podríamos hacer
con el mismo tiempo y recursos, y cuál de esas opciones tendría un mayor efecto global? Una vez más, creo que tenemos la obligación
de hacernos estas preguntas.
El circo de los medios de comunicación
Muchos activistas sienten que el valor de su activismo o de sus acciones se mide en función de la cobertura
informativa que reciben de los medios. No es necesario, sin embargo, enfocar nuestro activismo en conseguir la atención de
los medios de comunicación.
Intentar usar a los medios de comunicación tiene un número de inconvenientes. Rara vez hay suficiente
tiempo para presentar completa y convincentemente el veganismo. No hay tiempo suficiente para llegar a importantes aspectos
nutricionales que necesitan atención para seguir con éxito una dieta vegana. Además, los media hacen esfuerzos conscientes
contra nuestros esfuerzos. Esto permite a los que explotan animales movilizarse contra nosotros, al tiempo que les ofrecen
un medio gratuito desde el que mostrar su desacuerdo, puesto que los reportajes les dan invariablemente igual o mayor tiempo
en antena que a nosotros. Muchos medios de comunicación sólo emiten algo si creen que es posible hacernos parecer ridículos,
gamberros o terroristas. Otros trasforman toda la cuestión de la liberación animal (independientemente de si en principio
se trataba de pieles, carne o caza) en "tu bebe o tu perro".
Todos los inconvenientes anteriormente mencionados pueden ser evitados entregando información detallada
y precisa sobre el veganismo en situaciones de comunicación directa entre dos personas. Puedes llegar a menos personas, pero
estarás dando información minuciosa, en contraposición a informaciones inconexas que son faciles de descartar u olvidar.
¿Por qué el veganismo?
Difundir información sobre cómo el veganismo previene el sufrimiento animal, ayuda a persuadir a los
individuos (y de este modo a la sociedad) a dejar de contar con la explotación animal para una actividad diaria y fundamental:
comer. Un vez que los individuos han roto su apego a una dependencia diaria de explotación animal, es mucho más fácil rechazar
toda explotación animal, y no sólo los abusos más flagrantes cometidos por otros. A medida que más personas comprendan y actúen
de acuerdo con los principios del veganismo, será considerablemente más fácil para otros unírseles. Esto ejercerá presión
sobre otros temas animales, y nuestros objetivos serán más rápidamente alcanzados.
Pero no necesitamos mayoría para conseguir una enorme reducción del sufrimiento animal difundiendo
el veganismo: si el 5% de los estadounidenses parasen de comer animales, más sufrimiento podría evitarse que si aboliésemos
todas las otras formas de explotación en EEUU.
Promover el veganismo provoca el cambio fundamental que es necesario. Hecho a un ritmo adecuado, puede
respaldar a activistas que de otra manera terminarían "quemándose" en batallas interminables. Dar importancia al cambio fundamental
por encima de la expresión de nuestro enfado en pequeñas batallas puede ser difícil, pero es necesario si queremos progresar
hacia la liberación animal.
El Argumento de la salud
Cómo Donna Maurer concluyó en su disertación (1997) sobre el movimiento vegetariano en Norte América,
"la estrategia que los grupos vegetarianos llevan a cabo para promover "dietas saludables" para el beneficio personal de cada
uno impide a la gente adoptar una identidad vegetariana colectiva basada en preocupaciones éticas respecto a las relaciones
humano/animal; sin este compromiso con la preocupación ética, "ser vegetariano" es un estilo de vida vulnerable a cambios
de gustos personales y culturales."
Muchos activistas creen que el argumento de la salud (CON ENLACE) les hace más efectivos en la promoción
del vegetarianismo, porque es menos amenazador y apela a intereses propios de la gente. Nosotros nos cuestionamos si esta
es realmente la mejor táctica por lo siguientes motivos:
- Incluso si la ética no es tan efectiva como el argumento de la salud para persuadir inicialmente a
algunas personas, aquellos que están motivados a cambiar basados en la ética serán mejores portavoces del veganismo. En la
promoción de la liberación animal, cada ejemplo y acción de cada individuo como portavoz son tan importantes como el impacto
económico que sus elecciones personales tienen. Promover una dieta basada en vegetales por razones de salud alimenta el cada
vez mayor egoísmo de nuestra sociedad al dejar implícito que el sufrimiento animal no merece la preocupación de la gente.
Esto retrasa el momento en el que nosotros, como sociedad, nos haremos responsables de nuestro trato hacia los animales.
- Las dietas basadas en argumentos de salud están sujetas a cambios adicionales basados en nuevos productos
animales bajos en grasas o en dietas de moda. Las personas que siguen una dieta vegetariana o vegana para sentirse más sanos
volverán a consumir productos animales si no sienten mejoras. Porque ellos necesariamente no ponen sus corazones en ser vegetarianos
o veganos, a menudo no se dan el tiempo suficiente para encontrar una forma de alimentación que les haga sentir saludables.
Esto puede tener importantes efectos negativos en la medida en que les dirán a otros cómo se sentían de mal cuando eran vegetarianos
o veganos.
- En los últimos veinte años el número de animales matados se ha disparado debido a la tendencia de
comer más pollo y pescado que se fundamenta, en parte, en el deseo de la gente de comer menos carnes rojas por motivos de
salud.
- Las afirmaciones sobre los beneficios del vegetarianismo para la salud pueden ser muchas veces exageradas
y/o incompletas. Debido a que muchísima gente tiene preguntas sobre la dieta vegetariana, todos los activistas deberían educarse
a sí mismos con sinceridad sobre información nutricional completa y actualizada. Cuando las personas preguntan sobre salud,
podemos declarar con seguridad que una dieta vegana puede ser saludable y explicar cuales son los nutrientes que pueden exigir
mayor atención.
El ejemplo vegano
En general, la gente no quiere creer que están apoyando la crueldad comiendo productos animales. No
quieren privarse de sus alimentos preferidos, y no quieren alejarse de sus amigos y familia. Por eso, si ya es improbable
que las personas escuchen nuestro mensaje, mucho más improbable será que piensen en un cambio si perciben a los veganos como
tristes misántropos.
Muchas veces parece existir un concurso entre los veganos para descubrir nuevas conexiones de explotación
animal (obviamente, las conexiones pueden ser encontradas en cualquier lugar si uno las busca lo suficiente). Esta actitud
nos hace parecer fanáticos y ofrece a muchas personas una disculpa para ignorar nuestro mensaje.
Algunos veganos afirman que el azucar ( y los productos que contienen azucar, como el Tofutti) no son
veganos porque algunos métodos de procesamiento del azucar utilizan hueso carbonizado como agente blanqueador. El hueso carbonizado
también es usado como fuente de carbón activo in algunos filtros de agua y por algunos centros municipales de tratamiento
de aguas. (Estos centros también usan tests que implican productos animales, y el agua misma ha sido testada en animales.)
¿Deberíamos decir por tanto que el agua no es "vegana"?
La inmensa mayoría de las personas en nuestra sociedad no tienen ningún problema en comerse la pata
de una gallina. Sin embargo, hacemos una gran cuestión de la miel, a pesar del hecho de que los insectos y otros animales
son matados en el proceso de plantación, crecimiento, recogida y trasporte de nuestra comida vegana. No es sorprendente que
mucha gente nos ignore por considerarnos poco razonables o irracionales cuando se dice (o cuando esta implícito en nuestras
acciones) que no podemos comer hamburguesas vegetarianas cocinadas en la misma parrilla con "carne", beber vino, hacer fotografías,
usar medicamentos, etc.; algunos veganos incluso se apoyan en otras ideologías políticas o religiosas.
Acabar con la policía vegana
Es imperativo para nosotros comprender que si nuestro veganismo es un testimonio por la liberación
animal, el veganismo no puede ser un club exclusivo para alimentar nuestro propio ego. Por el contrario, debemos convertirnos
en corriente mayoritaria. Fomentar la impresión de que "es muy difícil ser vegano –los productos animales están en todas
las cosas," y dar énfasis a productos animales cuya conexión con el sufrimiento animal es tenue, es contrario a nuestro objetivo
ya que ocasiona que la mayoría nos ignore y causa que muchos desistan de todo este proceso por frustración.
El modo en el que es presentado el veganismo a un vegano potencial es de crucial importancia. Lo que
hay de atractivo detrás de ser "vegano" es reducir la contribución de cada uno a la explotación animal. Comprando carne, huevos,
y/o lácteos se produce sufrimiento animal –los animales serán criados y matados específicamente para esos productos.
Pero si los subproductos no fueran vendidos, serían tirados o regalados. A medida que más personas dejen de comer animales,
los subproductos irán desapareciendo de forma natural, por eso no existe ninguna verdadera razón para obligar a otras personas
a preocuparse sobre ellos para poder llamarse "veganos".
Queremos un mundo vegano, no un club vegano.
Veganos prácticos y simbólicos
La mayoría de los veganos tienen varias motivaciones, pero las motivaciones principales a menudo distinguen
a los veganos como "veganos por salud" o "veganos espirituales/religiosos". Veo otro tipo de distinción útil: "veganos prácticos"
y "veganos simbólicos." Los veganos prácticos rechazan los productos específicos por los que los animales son criados y finalmente
matados. Cada producto que eligen rechazar puede estar directa y causalmente enlazado con el sufrimiento animal. Los veganos
simbólicos, además de rechazar dichos productos, van un poco más allá (evitando el azúcar pero no el agua, por ejemplo) a
manera de declaración (de solidaridad con los animales, de pureza personal, etc.)
Ilustración
La gelatina en las películas fotográficas hace sentir a muchos veganos incómodos. Sin embargo, las
empresas de películas fotográficas no usarán algo mas caro por esta disconformidad. Mientras los animales sean matados por
su carne, la gelatina seguirá siendo un subproducto baratísimo. Esto no cambiará por un número relativamente pequeño de veganos
simbólicos. Esto cambiará, sin embargo, a medida que el número de veganos prácticos aumente y deje de haber una cadena sin
fin de animales siendo matados para comida, haciendo necesaria la aparición de un sustituto.
En su relación con los demás, los veganos prácticos pueden explicar: "No compro productos que causen
directamente sufrimiento animal –cosas para las cuales los animales son criados y matados. Un vegano simbólico puede
añadir: "Personalmente, elijo ir más allá y rechazar las películas fotográficas (el azúcar, etc.) como un gesto simbólico."
Una vez que la demanda de los productos animales principales disminuya y los subproductos no sean tan
baratos, las empresas encontrarán nuevos métodos de filtrado, nuevas formas de tratar el hormigón, nuevas formas de producir
hierro y goma, nuevos métodos para testar sangre, etc. A medida que más personas se preocupen por los animales, las practicas
agrícolas serán cambiadas para que menos animales sean dañados y matados durante la plantación y recolección de comida vegana.
El futuro: una nueva visión
Necesitamos un plan articulado y operativo para causar la liberación animal. En la actual visión, gastamos
nuestros recursos y energías "luchando batallas", dónde estas ocurren y en los términos de los explotadores. Necesitamos ir
más allá de esos cuadros de guerra, hacia un planteamiento constructivo.
No importa cuantos canticos entonemos, no importa cuantas pequeñas victorias saboreemos, no importa
cuantos laboratorios dañemos o cuantos enemigos derrotemos, la liberación aimal no acontecerá hasta que nos unamos a otros
en un mundo vegano. Si queremos que exista un cambio fundamental en la manera en la que los animales son vistos –si
queremos que la liberación animale sea una realidad, no puede existir un "nosotros y ellos."
Hay esperanza para la liberación animal si y sólo si aprendemos cómo ayudar a gente a traspasar su
muro de negación y manifestar su compasión latente. Para lograrlo, nuestras interacciones con los demás deben estar basadas
en la empatía y el entendimiento, trabajando con la motivación de las personas, sus miedos, deseos, y flaquezas. En vez de
aproximarnos con un espíritu de lucha, que necesariamente vuelve a las personas defensivas y cerradas a nuevas ideas, deberíamos
proveer a las personas con información que puedan digerir en su propio tiempo y actuar de acuerdo a un ritmo sostenible. Sólo
entonces se habrá progresado realmente.